Faery: Anjanas

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¡¡Buenos días!!

Os traigo una nueva camiseta de la colección Faery.

Esta vez le toca el turno a las Anjanas, unas maravillosas hadas cántabras, de las pocas en España provistas de alas.
Si quereis saber un poquito más sobre ellas podeis leer el texto que os dejo más abajo. Es muy interesante, os lo aconsejo, porque además así podreis apreciar mejor el por qué de la representación que he hecho.


Está pintada a mano con pintura metalizada en color plata, sobre una camiseta roja, de manga corta, en talla L (grande).

Aquí podeis ver mejor el dibujo:


Y el detalle de la etiqueta:



Con el nombre de Anjanas, se conoce en Cantabria, a las Hadas de grandes cualidades, bondadosas y hermosas. De espíritu sosegado, poseen grandes virtudes, no existiendo en ellas ningún pensamiento áspero o amargo. Poseen un corazón con mucha abnegación, fortaleza y de limpios propósitos.

Su ajuar suele consistir en capas y bastones, para realizar todo tipo de "milagros", no roban niños (como otras hadas) y no poseen ningún tipo de ganado.

Abandonan hacia el amanecer sus moradas secretas, siempre invisibles por los ojos de los hombres. El suelo de las mismas, suele ser de oro, y las paredes de plata. Si bien sus entradas a veces pueden ser percibidas entre las neblinas del amanecer, las Anjanas, cuidan muy bien las puertas de su mundo, regando con una jarrita luminosa las flores silvestres que nacen en la entrada de su gruta encantada.

Antes de salir de sus cuevas, se suelen peinar sus largos cabellos con peines de coral, adornándolo con uno o varios lazos de seda.

Después, en la salida de la gruta son recibidas por todo tipo de pajarillos que las reciben piando, pues ellas pueden perfectamente entenderse con estos animales, pues conocen su lenguaje.

Como espíritus elementales de la naturaleza que son, comprenden todos los secretos y fuezas del entorno natural. Conversan con las fuentes y las aguas, que a su sola presencia se agitan y revuelven, al tiempo que aumenta el soplo del viento.

Luego se sientan tranquilamente a descansar a la orilla de los arroyos, para retornar a media mañana a su mundo. Pero antes realizan una serie de trabajos benefactores, como cuidar y limpiar las fuentes y arroyos, bendecir los rebaños de los pastores, acariciar y reparar los árboles dañados, enfermos o viejos, limpiando sus grietas o eliminando los daños del algún incendio, en los robles, abedules y castaños.

Cuando anochece, salen de nuevo y marchan hacia el monte, comprobando la hermosura de los campos, satisfechas del trabajo realizado. Finalmente, retornan a sus hogares subterráneos a descansar en lechos brillantes y hermosos.

Es conocida la afición que tienen las hadas a los cánticos y al baile, pero de las anjanas se dice que tan sólo cantan dos canciones: una muy alegre, parecida a una seguidilla de baile, y otra muy triste que parece el lamento de una madre desconsolada.
El instante más propicio para verlas físicamente es mientras están cantando, sobre todo si el cántico coincide con el momento mágico del crepúsculo del amanecer o del atardecer (Robert Kirk comentaba que a las hadas se las puede ver en el intervalo de dos parpadeos).

Una vez al año, el día de Viernes Santo, a todas las anjanas les da un arrebato religioso, vistiendo capas negras y escondiendo sus rubios cabellos bajo pañuelos de color ceniza.

Suelen llevar zapatos de color marrón y vestidos blancos. Tienen la cara igual que las personas, pero con un color más apagado. En primavera cogen flores para confeccionarse unas coronas para decorar sus cabezas y cabellos.

A las Anjanas, también casi siempre se las describe provistas de un cayado o báculo de distintos colores, con los cuales realizan todo tipo de encantos y prodigios. En ocasiones, estos cayados en los que se apoyan para caminar, terminan en una luz o una estrella luminosa en la oscura noche. El báculo suele estar hecho de una madera desconocida y nudosa, aunque a veces se determina que era de espino o de mimbre recogido de la orilla del río. Este bastón siempre lo llevan en la mano derecha.
El distinto color del báculo puede determinar la clase de prodigios que pueden realizar, aunque también puede ser en función del momento o del resto de su vestimenta, pues, como coquetas que son, suele hacer juego su vestido o su capa con el color del cayado. En lo que todas las leyendas están de acuerdo es que con tocar a alguien o a algo con este trozo de madera se producen fenómenos de todo tipo. Lo normal es que sirva para curar enfermedades con sólo tocar el cuerpo de los enfermos, aunque pueden tener otras finalidades.

En una leyenda se dice que si la anjana toca con su vara verde la corona de espinas verdes que lleva sobre su cabeza, ésta se podía transformar en piedra, en árbol, en una joven o en una vieja como a ella se le antojase. Cuando la picaya es azul, sirve para espantar e incluso matar a los lobos y alimañas del campo con sólo rozarlos. La verdad es que no siempre llevan en su mano derecha una picaya, a veces portan una rueca de hilar de color rojo (valle de Herrerías), una campanilla de oro (Ubiarco) o una bolsa de dinero para remediar así las necesidades que encuentran en el camino (Toranzo).

Otro aspecto a reseñar es el de sus ojos, que suelen ser siempre muy profundos y de color negro, aunque en ocasiones se las describe con los ojos verdes, la cara amarilla y capa negra, siendo consideradas como anjanas malas.

Respecto a su vestimenta, aparte de los vestidos o túnicas largas que llevan, es frecuente señalar que tienen una capa que, según la época del año, adopta un color distinto. Para las anjanas de los montes del valle de Herrerías, su capa es del color de la ceniza, y en localidades como Virgen de la Peña, así como en Ruiseñada, su capa es amarilla. No está claro el material de estas capas, pero se describe como de terciopelo o de seda.

En otras leyendas se hace hincapié en lo que pueden vivir, no existiendo acuerdo sobre si son 200 o 400 años lo que permancen sobre la tierra.

Aunque no es muy frecuente, se suele mencionar la presencia de las alas en las anjanas, que de poco les sirven, salvo para volar detrás de las brujas cuando éstas iban a sus conciliábulos en cernégula (Burgos), y así cortarles el camino para que volviesen a sus casas y evitar que hiciesen ningún mal al prójimo.

3 mitahdes:

Natsumi dijo...

Guapisimaaaaaaaaaaa!!!
Pero que monada de camiseta esta hadita es super bonita ^^ Ains tienes un arte increibleee!!! ;)

Besotes linda

Farbalà dijo...

Me encanta este diseño! Besitos

Ponte FIELTRO dijo...

Te ha quedado preciosa esta camiseta!!! Y la historia me ha encantado ;)

Besitos,
Arantxa.

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